La historia de Moussa (Moisés) (que la paz sea con él): (P5) -- Su llegada a Madián


Allah subhanahu informa sobre la salida de Su siervo, Su Mensajero y Su interlocutor (Moisés) de Egipto, temeroso y vigilante, mirando a su alrededor por temor a que lo alcanzara alguien del pueblo de Faraón. Y él no sabía hacia dónde dirigirse ni a dónde ir, ya que nunca antes había salido de Egipto. Moisés estaba perdido y no sabía qué rumbo tomar. {Y, dirigiéndose hacia Madián, dijo: «Quizá mi Señor me conduzca por el camino recto». Cuando llegó a la aguada de Madián, encontró allí a un grupo de gente que abrevaba sus rebaños. Encontró, además, a dos mujeres que mantenían alejado su rebaño de la gente. Dijo: «¿Qué ocurre?» Dijeron ellas: «No podemos abrevar el rebaño mientras estos pastores no se lleven los suyos. Y nuestro padre es muy anciano»}. {Y cuando se dirigió hacia Madián}, se encontró un camino por el que podía ir. {Dijo: “Tal vez mi Señor me guíe por el camino recto”}, o sea, tal vez este camino lo lleve al destino deseado. Y así fue: lo condujo a su objetivo, ¡y qué gran objetivo!

{Y cuando llegó al agua de Madián}, que era un pozo del cual la gente sacaba agua. Madián es la ciudad en la que Allah destruyó a los habitantes de la Espesura (los habitantes del ‘Aykah), quienes eran el pueblo de Shu‘ayb (la paz sea con él). Según una de las dos opiniones de los sabios, esa destrucción ocurrió antes de la época de Moisés (la paz sea con él) y Allah sabe más y mejor. {Y cuando llegó} a dicho pozo, {encontró junto a él a un grupo de personas abrevaban (a su ganado), y encontró aparte de ellos a dos mujeres que alejaban (a sus ovejas)}, es decir, impedían que su rebaño se mezclara con el de los demás.

Según la Gente del Libro, ellas eran siete hijas. Pero esto también es un error. Es posible que fueran siete, pero sólo dos de ellas eran las que estaban presentes con el ganado. Esta reconciliación es posible si ese relato está bien conservado; de lo contrario, lo más aparente es que Shu‘ayb (que la paz sea con él) solo tenía dos hijas. {Él dijo: “¿Qué ocurre?” Ellas dijeron: *{“No podemos abrevar el rebaño mientras estos pastores no se lleven los suyos. Y nuestro padre es muy anciano"}, es decir, no podemos acercarnos al pozo hasta que los pastores se hayan ido, debido a nuestra debilidad, y la razón por la que hacemos este trabajo es la debilidad y vejez de nuestro padre. Allah, subhanahu, dijo: {Entonces él abrevó su rebaño}.

Los exégetas dijeron: Los pastores, cuando terminaban de abrevar (a su ganado), colocaban sobre la boca del pozo una enorme roca. Entonces venían estas dos mujeres y hacían que su rebaño bebiera de lo que quedaba después de los demás. Pero aquel día llegó Moisés, levantó él solo esa roca, luego extrajo agua para ellas y dio de beber a su rebaño, y después volvió a colocar la roca como estaba. ‘Umar Ibn Al-Khattab (que Allah esté complacido con él) dijo: "esa roca no la podían levantar sino diez hombres, y Moisés solo sacó un balde o una porción de agua que fue suficiente para ambas."


{Luego, se retiró a la sombra y dijo: «¡Señor! Me hace mucha falta cualquier bien que quieras darme»}. Ibn ʿAbbas dijo: caminó desde Egipto hasta Madián sin comer nada más que hierbas y hojas de árboles. Iba descalzo y las sandalias se le desgastaron por completo. Se sentó a la sombra, siendo él el escogido de Allah entre Su creación, y su vientre estaba pegado a su espalda por el hambre. Se le podía ver el verdor de las hierbas desde dentro del estómago. ʿAta ibn as-Sa'ib dijo: Cuando Moussa dijo: "¡Señor! Me hace mucha falta cualquier bien que quieras hacerme" las mujeres o una de ellas lo oyeron.

{Una de las dos vino a él con paso tímido y dijo: «Mi padre te llama para retribuirte por habernos abrevado el rebaño». Cuando Moussa llegó ante el padre de la mujer y le contó lo que le había ocurrido, su padre le dijo: «¡No temas! Estás a salvo del pueblo impío». Una de ellas dijo: «¡Padre! ¡Dale un empleo! No podrás emplear a nadie mejor que este hombre, fuerte y de confianza». Dijo: «Quisiera casarte con una de estas dos hijas mías, pero a condición de que trabajes para mí durante ocho años. Si completas diez, es ya cosa tuya. No quiero coaccionarte. Y verás que, si Allah quiere, que soy de los justos». Dijo: «¡Trato hecho! Y cualquiera que sea el plazo que yo decida, no seré objeto de hostilidad. Allah es testigo de nuestras palabras»}

Ellas fueron a su padre. Se dice que él se sorprendió de que regresaran tan pronto, así que ellas le contaron a su padre lo que había sucedido con Moisés (la paz sea con él). Entonces ordenó a una de ellas que fuera a llamarlo. {Y vino una de ellas caminando con modestia}, es decir, con el recato propio de las mujeres libres y honradas. {Dijo: “Mi padre te llama para recompensarte por haber dado de abrevar por nosotras”}. Ella le expresó esto claramente, para no generar ninguna sospecha en sus palabras y esto es parte de su gran pudor y dignidad. {Y cuando Moisés fue a él y le contó lo sucedido}, es decir, le relató su historia y lo que le había ocurrido cuando huyó de Egipto por temor al Faraón, aquel anciano le dijo: {“No temas, te has salvado del pueblo injusto”}, es decir, has salido de su jurisdicción y ya no estás bajo su poder.

Los sabios han discrepado acerca de quién era este anciano. Se ha dicho que era Shu‘ayb (la paz sea con él), y esta es la opinión más conocida entre muchos, entre ellos al-Hasan al-Basri y Málik ibn Anas. También se menciona explícitamente en un hadiz, aunque su cadena de transmisión presenta dudas. Algunos han afirmado que Shu‘ayb (la paz sea con él) vivió una larga vida después de la destrucción de su pueblo, hasta que coincidió con Moisés (la paz sea con él) y este se casó con su hija. También se ha dicho que era sobrino de Shu‘ayb. Otros dijeron: era su primo. Y otros dijeron: era un hombre creyente del pueblo de Shu‘ayb. Y se ha dicho que su nombre era Yatrún (Jetró), así aparece en los libros de la Gente del Libro: Yatrún, el sacerdote de Madián, es decir, su líder y sabio. Ibn ‘Abbás y Abú ‘Ubaydah ibn ‘Abdullah dijeron: su nombre era Yatrún. Abú ‘Ubaydah añadió: era sobrino de Shu‘ayb. Ibn ‘Abbás añadió: era el líder de Madián.

Cuando lo hospedó, lo trató con generosidad y Moisés le contó lo que le había ocurrido, el anciano lo tranquilizó informándole que ya estaba a salvo. Entonces, una de las hijas dijo a su padre:

{¡Oh padre mío! Dale un empleo}, es decir, para que pastoree nuestras ovejas. Luego ella lo elogió diciendo que era fuerte y confiable. Dijeron ‘Umro Ibn ‘Abbás, Shurayh al-Qadi, Abu Malik, Qatadah, Muhammad ibn Ishaq y otros: Cuando ella dijo eso (es decir, {¡Oh padre mío! Dale un empleo}, su padre le preguntó: “¿Y cómo sabes eso?” Ella respondió: “Levantó una roca que no pueden levantar ni diez hombres. Y cuando fui con él, me adelanté delante de él, y él me dijo: "Camina detrás de mí. Si el camino se divide, lanza una piedrecita para que yo sepa por dónde ir.

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