Entre los incrédulos de Quraish, hubo quienes dijeron: "¡Oh, Allah! Si esto es la verdad que viene de Ti, entonces haz que lluevan sobre nosotros piedras del cielo o tráenos un castigo doloroso." Entonces, fue revelado: {Pero Allah nunca los castigaría estando tú [¡oh, Mujámmad!] entre ellos, ni tampoco mientras haya quienes Le pidan perdón. ¿Por qué no iba Allah a castigarlos si ellos impiden [a los creyentes] el ingreso a la Mezquita Sagrada…}.
El Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones de Allah sean con él, dijo: "Allah ha concedido dos amparos para mi nación: {Pero Allah no los castigará mientras tú estés entre ellos, y Allah no los castigará mientras ellos pidan perdón}. Así que, cuando yo me haya ido, les dejaré la protección del perdón hasta el Día del Juicio."
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